Sunday, June 19, 2011

Mainstream, frikismo, gafapastas y otras consideraciones de domingo.

Ser friki no es facil, sobre todo ahora que se está poniendo de moda. Antes lo más fácil era que te  metiesen en un cubo de basura (Gaga dixit), ahora tienes que luchar por demostrar tu limpieza de sangre entre hordas de advenedizos. Hace apenas unos años tener una camiseta de Magneto era un rasgo indiscutible de que pertenecías a los rangos más bajos de la sociedad, o más bien que estabas excluído de ella. Eras poco más que un lastre apenas visible, sólo útil para echarse unas risas a tu costa. Pero ahora te vas a cualquier tienda de Inditex y tienes mil franquicias de superhéroes. Ayer mismo me crucé con un tío que llevaba una camiseta con un estampado de Lobezno con el uniforme de su primera aparición (sí, el de los bigotitos en la máscara). Evidentemente, no tenía pinta de saber qué coño era ese dibujo, ni de tener el más mínimo interés en saberlo. Y lo mismo pasa con los que ahora leen "Los Muertos Vivientes" o "Canción de Hielo y Fuego": el frikismo es arrancado brutalmente de su solipsismo para vestirlo de mainstream contra su voluntad. Normalmente me la pela bastante que mis gustos se hagan populares (de hecho suele ir acompañado de una fructífera multiplicación del merchandising), pero ayer el tío de la camiseta me pilló torcido: venía de que un moderno con una bici tuneada me llamase "gilipollas" por hacerle frenar en un paso de cebra y de aguantar la conversación más pedante que he oído en años. Excepto en "Ensayo sobre la ceguera", jamás había sido testigo de tanta petulancia. Estaba como Fry ante la condena de "Muerte por kiki": rísa y llanto se alternaban en mi estado de ánimo de manera incontrolable.
De todos modos, esto no es nuevo, lo único que ha ocurrido es que se ha escapado de su endogámico círculo (a)social: hace años podías formar parte del reducido y vilipendiado reducto de los jugadores de rol, pero los que jugaban a "Kult" miraban por encima del hombro a los mucho más numerosos jugadores de "Vampiro", y estos tachaban de infantiles a los jugadores de "D&D", y se reían de lo limitado del sistema d20, y ay de ti si alguno de tus amigos roleros te veía con un mazo de "Magic"...; los culturetas de medio pelo que se gastaban insultantes sumas en escuetos álbumes de BD se apartaban de tu lado en las tiendas si cogías el número de ese mes de "El Capitán América", y preferir "Manowar" a "Blind Guardian" era herejía. Vamos, que el orgullo de sentirse miembro de un grupo reducido, elitista, ha existido y existirá siempre.
Total, que ayer me dio bastante por culo el pensar que el ser friki está dejando de ser mal visto para convertirse en moda.
Reivindico mi derecho a ghetto!!!!


Pero no todo está perdido: al final de la noche un dependiente del Starbucks a punto estuvo de hincar rodilla cuando vio mi "Epic Purple T-Shirt" de nivel 85.