Depre del viejo mundo.

A la espera de dejarme la vida en el Skyrim, quinta entrega de la saga de "The Elder Srcolls", me estoy dejando la vida con "Fallout: New Vegas", que no pasa de ser una expansión a lo bestia de "Fallout 3". En cambio, la expansión "Depre del viejo mundo" de "Fallout: New Vegas" (qué jaleo!), debería considerarse por méritos propios un juego en sí mismo. Sólo en duración se come con patatas muchos juegos de 65 eurazos: unas 15 horas he tardado en completar todas las misiones y explorar la zona. Pero a parte de eso, tiene un pedazo de guión digno de la más delirante peli de ciencia-ficción de los 50: cerebros flotantes, científicos locos, experimentos genéticos desquiciados... una verdadera delicia, de verdad.

Si te gusta el rol, "Fallout: New Vegas" merece la pena sólo por superar esta "Depre del viejo mundo"

13 asesinos

"13 asesinos", de Takashi Miike, es de esas pelis que dan un subidón de adrenalina. Cine bélico sin adornos, a saco, exento de cualquier moralismo facilón de esos de "qué mala es la guerra", porque "13 asesinos" deja claro algo que vengo yo pensando desde hace bastante tiempo, y es que algunas cosas solo se pueden arreglar a hostias. El planteamiento es claro: hay un hijoputa suelto haciendo perrerías amparado por su posición cercana al shogunato y se decide pararle los pies; o el corazón, a poder ser. Y ya está, una historia son matices de gris, el malo es malo, los buenos son buenos y la justicia está por encima del deber, no hay psicología de sofá, no hay concesiones a la mierda de corrección política y no hay "violencia ejemplarizante". Y es que estoy muy hasta el rabo de tanto buenismo y tanto hijoputa que se la coge con papel de fumar y luego te la mete hasta los riñones.

Una buena hondonada de hostias, es lo que hace falta por aquí.